domingo, 19 de julio de 2020

Capítulo 5





Emilio se viste para ir a clase. Se le ha hecho muy duro un día extra sin ver a su amado. Está contento.  A veces está feliz de ver a Marc. Tiene una flecha de amor, Cupido lo ha herido de amor. Es una flecha que tiene clavada con profundidad. A veces le da por reír y otras veces se pone triste. Es una herida de amor fuerte que lo lastima. Acaricia a su oso con una sonrisa melancólica:
--estoy lleno de él, de amor hacia Marc, esa maravilla de chico. Mi heroe... Mi amor...
Se hace un silencio y contesta a una supuesta pregunta de su oso y le responde:
--sé que no puedo decir que es el primero porque he amado a otros pero no lo siento igual, me siento más enamorado que nunca. Marc es mi único gran amor, mi tesoro secreto. Si este amor me falla nunca más me volveré a enamorar...
Es un amor que a veces también le pone triste porque cada día se siente más enamorado y no se conforma con verlo de lejos. Le gusta ver a Marc pero es un amor que lo quema por dentro, que lo carcome. Le mata verlo sólo de lejos y tener que callar un: Te amo, Marc que le gustaría gritarle a los 4 vientos. Por fin en clase, Emilio mira a Marc. Siente un fuego interno. Desea gritarle:
--Te amo, Marc. ¡Te amo como a nadie¡
Pero no puede hacerlo.  Sueña con que algún día podrá estar a solas con él.
--Si me habla, si me da pie --va pensando-- tal vez me anime y le cuento.
Le ilusiona pensar algún día le pueda hablar a Marc abiertamente de sus sentimientos pero sabe que no se puede arriesgar. No lo quiere lastimar, no quiere que Marc se sienta herido en su masculinidad. Lo va mirando. Le gusta mucho mirarlo. Lleva unos tejanos que le hacen un muy buen culo. Es un chico muy atractivo. Aunque está bien buenorro, bien galán su cuerpo no es lo que le interesa a Emilio.
--lo amo por lo que es, por su interior.
Lo ama mucho. No hace más que repetirse que es el chico más maravilloso que conoce. Desea que pronto desaparezca el amor y se resigne a amarlo en la distancia. No hace más que escribir historias de amor, en la que se aman. En las que se cumple su sueño, en todas Emilio acaba feliz en brazos de Marc.  Muchos faltan y hay sitios libres en el aula. Marc se sienta con Juan y luego con Marta ya que Juan se va. A Emilio le da rabia que no se siente con él. No se han cruzado. Ni un simple saludo tiene y es algo que lo tiene mal. Las horas pasan lentas, Emilio va deseando que su amado se acerca a él. Siempre piensa:
--tal vez en la próxima...
En la clase de literatura, cuando está sentado con Marta, Marc y ella no hacen más que hablar. Emilio siente muchos celos. Mucha rabia. La profesora hasta les llama la atención:
--¡¡os quereis callar...¡¡
A Emilio le duele porque él estaba comentando un poema ante toda la clase. Es algo que le da vergüenza y le da mucha rabia darse cuenta que a Marc no le importa nada de él, que no lo ha escuchado. Es algo que aumenta su sentimiento de tristeza, de soledad. Sale de esa clase hundido. Almenos le consuelo que Marc no dejara de hablar, que no fuera algo personal. La profesora le tiene que llamar la atención una vez más y amenaza que a la tercera los expulsa. Aunque Marc no deja de hablar es más discreto y la profesora no le dice nada. Al final de la clase, Emilio va al lavabo. Está muy enfadado con Marc porque no le ha hecho caso. Se ha sentido despreciado, le duele que a Marc no le haya importado. Cuando regresa al aula Marc está en la puerta con otros y el corazón de Emilio late con fuerza. Le excita pasar por su lado pero está molesto y no piensa saludarlo. Pasa sin mirarlo y Marc lo saluda. Es el único que lo saluda y a Emilio le encanta, siente que el corazón le va a salir por la garganta. Juan fulmina a Marc como diciéndole: ¿que haces con ese maricón?
--me da pena --susurra Marc.
Aunque no le gusta como es Emilio, aunque lo rechaza, también le despierta ternura. Aunque no quiere que lo relacionen con él con miedo a que le hagan fama de mariquita.



En la siguiente clase Marc no va.  Es filosofía. Les dan las notas. Emilio sacó un dos. Piensa que no está tan mal sino estudió, si se la pasó hablando con Juan. Juan pregunta la nota de Marc, 2,5. A Emilio le dan celos que Juan se preocupe tanto por Marc. Piensa.
--¿porqué él y no yo?
Emilio abandona el aula porque la siguiente clase él y su amado tienen asignaturas diferentes. Al ir hacia la clase que  le toca, Emilio se encuentra con Marc en la puerta del lavabo (espera a Juan). Marc lo saluda.  Lo saluda con una sonrisa amable, aunque le incomoda un poco la mirada de Emilio, aunque le da rabia que no oculte lo que, aunque una parte de él le provoca rechazarlo otra siente compasión por él, le gusta que lo admire, que lo venere como lo hace.  Emilio se muere por él. Le gustaría ser su amigo. Almenos espera que no le caiga mal. Le gustaría tanto hablar con Marc pero tal y como van las cosas Emilio está seguro que Marc jamás dará el primer paso, que tendrá que ser él y nunca lo ha hecho y nunca le ha importado. Siempre ha disfrutado amando a sus chicos en la distancia pero Marc es diferente. Con Marc quiere algo más. Después se abraza a su osito e imagina que su amado lo está estrechando entre sus brazos. ASí como desearía que lo abrazara. Desea estar entre sus brazos. Besarlo. Sería su primer beso. Desea unir sus labios a los de él, fundirse el uno en el otro, que los dos se conviertan en uno, que el amor los abrigue de tal manera que no sea posible saber dónde empieza uno y dónde el otro. Ante todo desea que sean amigos, amigos de verdad que de eso naciera el amor por parte de él. Acaricia a su osito y pensando en su amado dice:
--Te amo Marc --son unas palabras que se le atragantan que está seguro que aunque lo desea jamás le podrá decir-- eres tú ahora el unico propietario de mi alma, estoy lleno de amor hacia él...
Le preocupa saber lo que su amado debe pensar de él:
--si tuviera manera de saberlo. Sé que no me ama --le va contando al osito-- es imposible que tenga tanto suerte... sería como tocarme el premio mayor y eso nunca va a pasar. Almenos espero que no me tenga antipatia...
Tampoco se quiere torturar con eso. Lo quiere, le gusta estar con él y eso es lo único que importa. Le gustaría vivir ese amor de una forma más sana. Sin preocuparse de no tener su amor, escribir sobre él le hace bien pero siempre le duele la lejanía.

Llega el viernes. El temido fin de semana se acerca. Emilio siente muchas ganas de proclamar su amor hacia Marc y como no quiere repetir algo como lo del cartelito decide mandar un mensaje a una de esas revistas que compran todos los adolescentes. Más bien ellas. "Te amo, Marc. Nunca ante había conocido a un chico como tú. Eres mi razón de vivir.". Pone incluso el nombre del instituto y la clase. Sin olvidar la ciudad ya que es algo estatal. No es necesario que la revista publique su mensaje pero le gustaría que sí. Le gustaría que además él se enterara y Emilio llegara a saber qué opina. Pasa mucho rato tratando de imaginar el rostro de su amado si llega a leer la revista, pensando en si la comprará, en si alguien de su entorno compre esa revista para que le pueda informar a Marc. Después de mucho darle vueltas a esa idea, abraza a su oso y dice:
--mejor ya pensaré en estas cosas si sale publicado...
Le gusta tanto verlo, tenerlo cerca pero tiene que quemar sus labios en el silencio procurando pero no quemar su interior para así poder verlo ante todo como amigo. Le gustaría poder comportarse con él con normalidad, poder hablarle, que Marc se comportara con él como se comporta con su amigo Juan (y eso que ni sospecha las cositas ricas que se hacen).
--que bella que sería mi existencia en sus brazos --dice abrazando a su viejo oso-- Ser amado por él es lo que más deseo en este mundo...



Por otro lado, Marc está con una chica en el sofá. Se besan y se besan. Él le toca los senos. Ella se aparta de él.
--¡¡No¡
Él la mira con cara de depravado:
--Sonia, eres mi novia...
--¿es que solo me quieras para llevarme a la cama?
Él le diría que sí pero sabe que no es lo correcto:
--No... claro que no... pero no tiene de malo que lo hagamos...
--¿porqué si ya no eres virgen?
--tu madre podría llegar...
Él se levanta y la estrecha entre sus brazos:
--si eso es lo que te preocupa, olvídate... No viene hasta la noche...
Él la muerde en el cuello. Ella le da un empujón:
--¡¡no...¡
Él está furioso:
--¡¡largo... largo...¡
Ella se va furiosa, llora. Él se lleva las manos a la cabeza. Golpea un mueble. Marta estaba viendo unos videos que tiene. Son de Marc y ella y es que tiene una videocámara escondida en el cuarto. Lo tiene con el volumen bajado para escuchar la discusión. Sonia espera en el ascensor. LLora. Marta abre la puerta.
--¿necesitas algo?
Sonia la mira llorando. Siente algo rico hacia esa chica. Marta se da cuenta aunque no puede creer que sea cierto lo que está pensando, sería demasiado bueno. Se muestra muy dulce.
--ven, te hará bien una copa...
Y le da una tras otra y así Sonia se desnuda ante ella. Le cuenta que está muy enamorada de Marc pero que en la cama sólo ha sentido placer con una amiga suya que le hace cosas que Marc ni sabe qué existen. Marta está feliz por lo que ha descubierto de la novia oficial del chico que le gusta:
--asi que lesbiana...
La palabra no le gusta nada a Sonia:
--¡¡no...¡¡ Yo amo a Marc...
--pero te gusta hacerlo con chicas...
Sonia balbucea. Marta nunca pensó hacerlo con una chica pero para separar a Marc de su novia sería capaz de cualquier cosa. Le acaricia los senos, le hace todas esas cosas que le encanta que le haga y Sonia cae en sus brazos. Desnuda sobre la cama Marta hace retorcer de placer a la novia de Marc. Una cámara graba todo lo que están haciendo sin que Sonia lo sospeche. Marta sólo piensa en Marc y en que después de lo que está haciendo con su novia tendrá en sus manos a la novia de Marc. Los ojos de Marta brillan.

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