lunes, 20 de julio de 2020

Capítulo 17





Pese a que lleva días que no lo ve la emoción por el regalo de San Valentín que le manda a su amado lo tiene animado. Lo lleva a Correos. Pincho lo acompaña. Justo en el camino, cerca del instituto se encuentra a su amado esperando a alguien con su perro. Emilio se queda muy sorprendido. No esperaba verlo. En esta ocasión es Pincho quien ladra asustando a Llanus.
--que mala leche que tiene --protesta Marc mientras que su perrito se esconde entre las piernas de su amado. Emilio acaricia la cabeza del perro muy cachondo por estar a milímetros de los genitales de Marc. Éste se siente incómodo. Está deseando perder de vista a Emilio, se aparta un poco de él. Se nota incómodo, Emilio piensa que es por Pincho que mira con mala cara al suyo pero Emilio confía en su perro. Hablan a la distancia.
--estoy esperando a mi novia... ha ido de compras... Ya sabes como son las mujeres...
Emilio siente muchos celos que Marc le habla de su novia y más con esa cara de satisfacción. No sabe que es nueva, no sabe que Marc no la quiere, que sólo la hace para sentirse macho, para reprimir sus deseos carnales con un chico, en concreto con Juan. Va hablando de todo y de nada.
--¿nunca has trabajado?
Emilio le hace que no con la cabeza.
--mi madre no quiere y sólo para los dos nos alcanza...
--¿en qué trabaja?
--No sé exactamente...
Emilio no le quiere mentir.
--¿cómo no vas a saber? --le dice Marc riendo.
--Es que trabaja en la noche, no sé.... No hablamos nunca... a veces siento que me odia...
Marc siente pena de Emilio, se da cuenta que el chico desea un amigo pero no está interesado cambía de tema.
--yo una vez trabajé de mecánico pero lo dejé porque  no me gustó...
Aunque a Emilio le pena darse cuenta que Marc no quiere saber de sus cosas cuando él lo que más desea es hablarle con el corazón en la mano
--a veces también hago patrones para mi madre... --añade Marc.
Marc va mirando la hora:
--Mi novia como que no llega...
Está algo nervioso, con ganas de sacarse a Emilio de encima.
--¿llevas mucho con ella?
--No, recién la conozco...
A Emilio le excita que Marc no sea chico de una sola novia. Le da un aspecto de macho que Marc se encarga de cuidar.
--la que me dijiste que se mudó ¿no?
--sí...
Marc aunque está nervioso se muestra sonriente. Una sonrisa que fascina a Emilio.
--gracias por preocuparte por mi...
Emilio esta feliz, siente que a Marc le gustó que lo llamara.
--de nada...
Lo mira fascinado. Aunque a Marc le incomoda la presencia del chico afeminado también le hace sentir grande su manera de mirarlo y no lo quiere decepcionar. Prefiere que sea él quien se vaya en vistas que sus perros no se llevan bien.
--¿no le morderá no?
--No...
--anda que no... --dice Marc molesto y con la esperanza que Emilio se vaya.
El perro de Marc cada vez está más entre las piernas de Marc.
--eso escóndete aquí...
Emilio no parece tener prisa en ir, de hecho Emilio piensa quedarse hasta que Marc se vaya así que el guapo chico le da conversa para así distraer a Emilio y que no toque a su perro. Emilio va metiendo la mano en la entrepierna de Marc para tocar la cabeza del perro algo que a él lo calienta y a Marc lo incomoda.
--es que me dieron un pelotazo en el ojo entrenando y tuve que ir al médico... por eso falté a clase...
Emilio siente pena que Marc no se lo dijera.
--¿ya estás bien? --le pregunta Emilio.
--si, aunque de lejos veo borroso.
Ya que Emilio no se va, Marc le dice:
--bueno hasta la tarde...
Emilio se va, se queda mirándolo a lo lejos. Supone que la novia está llegando, que será una de las chicas que pasaban. Espera un buen rato... Marc se queda solo... la novia tarda 15 minutos en llegar... Emilio siente que el mundo se le cae encima. Siente el desprecio de Marc, le duele que lo haya echado de su vida. Siente una punzada de dolor pero está sereno. Lleta a su casa, guarda en un cajón todos los objetos que le recuerda a esa matrimonio simbólico. Le habla a su osito sin llanto pero con amargura:
--él nunca va a ser mi amigo. Marc está muy bueno y es encantador pero sé que jamás lo tendré, es el momento de olbidar...
Va acariciando a su osito para darse ánimos:
--tengo que ser realista y olvidar payasadas como la de ese matrimonio simbólico que en su día estuvo muy bien pero que no lleva a nada...
No quiere seguir sufriendo por Marc, quiere disfrutar de su compañía pero sin nada más. Sí se pone el anillo como recuerdo de los momentos bonitos con Marc. De las "joyas" lo único que lleva siempre era el anillo y el llavero y lo seguirá llevando. El llavero es lo único que no  había escondido pues lleva las llaves.

En la tarde Marc no va a clase. Emilio se salta una clase, espera a Marc fuera y al ver que no viene se va. Su madre siempre le hace llevar una tarjeta de crédito para lo que necesite y decide que irá de comprar. NUnca se ha preocupado por su aspecto. No sabe bien porque él, ahora que lo quiere olvidar, cada vez piensa más en Marc como amante y aunque sabe que no tiene posibilidad de seducirlo quiere mostrarse guapo, guapo ante él que es tan guapo. Incluso va a la peluquería. Le duele que su madre no se dé cuenta.
--¿¿será que nadie se fija nunca en mí?¿será que ahora igual todos me van a ignorar?
El deseo que siente por Marc lo hace estar animado, lo excita. Se compra boxers, se imagina a su amado así.
--¿cuales usará?






Al día siguiente Marc si va a clase.  Se encuentra en mitad del pasillo. Marc está despeinado, sin afeitar. camisa muy vieja, jeans roto... Emilio nunca lo había tan descuidado. Aunque está guapo no lo reconoce. Emilio va hacia la clase y Marc en sentido contrario. Se cruzan en el pasillo. De entrada ninguno de los dos se reconocen.  Luego se saludan. Emilio le nota a Marc la sorpresa en la cara. Marc siempre había visto en Emilio un pobre diablo, alguien que da pena. Arreglado lo ve guapo... Siente deseo. Un deseo que no esperaba sentir. Cada uno se va por su lado. Emilio se gira.
--¡¡que bueno está¡ --dice para sí estremeciéndose.
Quiere olvidar el amor obsesivo que siente por él pero lo que no puede negar es que el chico está buenorro y siente una atracción muy fuerte hacia él. Y sin que Emilio se dé cuenta Marc se gira. Le gusta el culo de Emilio. Se excita.
--¿¡qué te pasa?¡ --se reprocha así mismo.
Marc está muy impactado. Que le gusten los hombres es algo que no quiere aceptar y menos Emilio. No sólo es demasido tímido y obsesivo sino que todos se ríen de él. Es demasiado afeminado. Si estuviera cerca de él todo el mundo lo señalaría con el dedo y es algo que le da horrror. Se encierra en el lavabo. SE moja la cara:
--¡¡no puedo pensar eso...¡¡ ¡¡no puedo...¡ ¡¡se tengo que ser maricón prefiero con Juan ni con esa loca...¡
Piensa en la carta que le escribió:
--¡¡es que aparte de loco es una  loca...¡¡ ¡¡no me puedo fijar en alguien así¡¡ ¡¡no...¡¡además él iba a querer salir a pasear conmigo de la mano¡
Se horroriza al pensar en un futuro al lado de Emilio siejdo la burla de todos.
--¡¡no... no¡
Para eso prefiere arriesgar con Juan. Y de pronto aparece éste.
te pasa algo?
Marc lo come con los ojos. Se acostaria con él en ese mismo momento.
--No nada...
Juan hace pis. Marc a sus lado, le mira el pene. Le gusta mucho. Juan está cansado de fingir, le gustaría decirle a Marc que le gusta. Marc siente lo mismo. Los amigos desean confiar el uno en el otro pero tienen miedo que el otro se enojo. No quiere ni perder su amistad ni que todo el mundo sepa de sus gustos, es algo muy de ellos y tampoco les apetece que todos lo sepan.
--Jugamos a los chinos? --pregunta Marc.
Vence Juan y Marc se la chupa con mucho gusto y se traga su esperma. Los dos lo han gozado mucho. Juan se la quiere chupar a Marc pero ninguno de los dos se atreve a más...

Es de noche, Marc y Emilio han hecho el amor. Están en la cama del primero. Los dos conmocionados. Desnudos. Se miran casi en shock. Ninguno de los dos pensó que pasaría eso. Él acaricia a Emilio con ternura.
--¿como hemos llegado aquí? --Marc.
Emilio lo mira tímido:
--te amo...
Marc lo mira emocionado y se besan apasionadamente.




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