--¡dame tus llaves...¡¡
Antes de irse, la madre mira a Juan el le sonrie y ella siente miedo, agacha la cabeza... Emilio se queda mirando a su madre que se va, antes de que suban Juan dice a Marc muy exaltado:
--¡¡vamos...¡¡
--¿¿donde??
Juan tiene una victoria de triunfo en la cara. Como a Marc no le gusta un tipo tan afeminado como Emilio, le produce rechazo pero mientras que a Marc siempre le había despertado compasión, le hacía gracia su admiración (sin olvidar el deseo que siente actualmente) pero para Juan siempre ha sido despreciable y nada le haría más feliz que lastimarlo.
--¡¡a escribir a la pizarra que Emilio es el hijo de la gran puta que los dos no la tiramos...¡¡
Emilio se ha quedado en la puerta, de reojo mira a Marc. Se estremece. Le da rabia verlo con Juan pero le fascina mirarlo. ¡¡Es tan guapo y le atrae tanto¡ Nota a Marc alterado y el bulto que se le hace en los genitales es muy sexy... Emilio hace que mira a la calle pero de reojo no deja de mirar a Marc. No imagina nada de lo que está pasando. Marc se da cuenta de la forma en la que Emilio lo mira, siente mucha ternura por él y ganas de protegerlo. Juan está de espaldas a Emilio y con cara de satisfacción dice:
--me muero por ver la cara de esa maricona cuando entre en la clase y vea en la pizzara que su madre es un hijo de la grandísima puta...... claro con la madre puta no podía ser de otra manera, tiene que saber locaza...
Marc por nada del mundo desea que Emilio salga lastimado y muy seguro dice en tono amenazante:
--si tú hablas diré que eres tan maricón como él... que me besaste y que te gusta mamarmela...
Juan no se esperaba ese reproche de su amigo, esperaba que el asunto de la playa hubiera quedado olvidado. No quiere enfrentarse a Marc pero también piensa que si a su amigo tanto le hubiera molestado el asunto de la playa no se la hubiera mamado después así que no se deja pisotear:
--perderas tanto como yo... --dice con altivez.
--lo sé... no hables... --le suplica Marc temeroso.
--que te importa ese maricón... ¿te gusta?
Juan siente celos. Marc siente horror de que sus sentimientos hacia Emilio (sentimientos confusos) se descubran.
--¡¡no, claro que no¡¡ ¡¡¿¿qué te pasa??
Marc está muy alterado. Emilio se da cuenta, disfruta al ver a los amigos discutir bajo ninguna circunstancia sospecharía que él tiene la culpa. Marc no se quiere delatar ante Juan pero tampoco quiere que Emilio sufra:
--¡¡no quiero hacerle daño...¡ ¿¿¿es que a ti te gustaría que te dijeran algo así¡¡
--¡¡¡es un hijo de puta... tiene derecho a saberlo...¡¡ --Juan con odio.
Marc le agarra del cuello:
--¡¡tú no se lo vas a decir...¡¡
A Juan no le gusta la mirada de Marc, en ese preciso momento no pondría las manos al fuego por él en jurar que no le gustan los hombres pero tampoco puede creer que en serio le guste los hombres. Emilio ya no disimula, mira ese enfrentamiento contento.
--está bien... yo no hablo con Emilio pero tú me la mamas siempre que yo quiera y sin hacerme preguntas... --susurra Juan.
--Está bien...
Ya se acabó el juego, los dos amigos han descubierto sus cartas aunque ninguno de los dos habla claramente. Marc piensa más en Emilio, en que le gustaría hacer esas cositas que hace con Juan y más con él y Juan prefiere dejarlo todo aclarado en Viena, ese viaje será decisivo. Se lo jugará a todo o nada. Emilio se muere de la rabia al ver como los dos amigos se va riendo. Los sigue. Le gusta verle el culo a su amado. El lavabo está al principio del pasillo. Emilio no los ve entrar. Cuando llega al pasillo ya no está. No les ve en el pasillo y entra en el lavabo.
--¡¡tiene que estar aquí¡
Pero no hay nadie y sólo un lavabo ocupado. Emilio jamás sospecharía que ahi su amado tiene la boca llena del pene de Juan. Emilio vuelve a salir sorprendido y sin entender como su amado ha desaparecido.
Juan y Marc llegan juntos a clase aunque hay cierta distancia. Marc se sienta con Raquel, una chica con la que ultimamente se está sentando en lite. Esta nueva amistad crea celos en Marta, en Juan y en Emilio pero los tres se lo callan. La afortunada que se sienta con Marc está encantada. No hace más que reir en toda la clase. La profesora le llama la atención a ella:
--ultimamente bueno --aclara-- desde que te sientas con Marc estás muy exaltada ¿es que tomas algo antes de entrar? --pregunta con ironia.
Todos se dan cuenta que Raquel está enamorada de Marc, algo que a Marc le llena de orgullo porque la joven tiene fama de inalcanzable. Es la monja de la clase. Los celos roen a Emilio, a Juan, a Marta.. Esta tarde Emilio no tiene clase a última hora porque su profesora no llega. Así que espera a Marc en la plaza que hay frente a la casa de éste. En realidad Emilio hace tarde y los ve justo en el momento que Emilio iba a entrar en la plaza. Están Emilio y su perro en la acera que es muy estrecha, coches aparcados que no dejan bajarse. Marta y Marc saludan a Emilio que sólo mira a Marc. Emilio va a subir a la plaza para que los otros puedan seguir su camino pero justo en ese momento el perro se pone a hacer pis. Se produce una escena un tanto divertida. Emilio aparta al perro para que Marc y Marta puedan pasar. Antes de irse lo saludan de nuevo. Emilio les responde algo avergonzado aunque también excitado.
Mientras que Marc cada vez disfruta menos de sus encuentros con sus vecinas, Marta las sigue odiando porque cree que Marc la rechaza por ellas, Marc no deja de pensar en Emilio. Se mantiene a distancia porque no quiere nada con él. No le parece que sea la persona que le conviene, no se siente preparado para tener nada con él. Juan conoce a un chico con el que vive su primera vez así que en pleno romance no quiere ir a Viena y vende su plaza que en seguida es comprada por Emilio. El chico no sabe que es Juan el que no va. Marc no se toma muy bien que Juan no vaya porque aunque cada vez piensa más en Emilio sus hormonas le piden algo con un hombre
--¿¿cómo me haces esto??
--es que mi abuela se puso mala --se justifica Juan.
--Está bien...
Marc va corriendo para borrarse pero le dicen que sólo si alguien se apunta y compra su plaza podrá borrarse sin tener que pagar.
--ni modo --dice Marc.
Marta siente rabia por no poder estar con Marc en ese viaje pero tiene sus planes para con las vecinas amigas de Marc
Los días pasan lentos para Emilio, está deseando estar con Marc aunque le da pena que la presencia de Juan lo estropee todo. Es de los amigos de Marc el único que va. El autobús está lleno, el viaje es largo. Llegan al hotel en Viena. Para evitar peleas se reparten las habitaciones de dos en dos por orden de inscripción (respetando el chicos con chicos...) Emilio se sorprende de no ver a Juan y algo piensa:
--no puede ser...
Marc sonríe. El profesor les confirma que ellos dos comparten habitacion. Emilio siente que es un sueño... Marc va primero con su maleta, Emilio lo sigue. No puede creer que ese chico tan guapo vaya a pasar unos días durmiendo con él.
--¿¿y lo veré desnudo? --piensa.
Emilio está vibrando. Desea a Marc tanto como semanas antes decía que lo amaba. Desea su cuerpo, desea verlo desnudo, desea amarlo con intensidad. Le fascina ese culo que tiene delante. Marc sonríe. Está lejos de casa, muy caliente, con muchas ganas de acostarse con un hombre y tendrá a Emilio durmiendo al lado, un chico que le revoluciona su lado sexual más oculto. Sonríe pícaro. Emilio está seguro que jamás se acostará con Marc pero almenos piensa que tendrá algo de intimidad con él, que lo verá sin ropa y es es algo que lo tiene a 1000.
--¿¿y como dormirá?
Cuando Emilio entra en el cuarto, Marc ya esta tumbado en la cama.
--yo me quedo esta...
Las dos camas estan muy pocos separadas.
--¿te molesta?
Emilio vibra.
--Claro que no.
Marc se saca la camisa. Emilio está muy cachondo. A Marc le encanta calentarlo.
--¿que tal, lindo cuarto ¿no...?
Emilio está muy nervioso, casi ni le sale la voz. Marc se levanta. Emilio está al borde de un infarto al ver que su amado se baja los pantalones. Es un sueño verlo en boxers. Nunca pensó que le fuera a pasar tan fácil. Es un sueño hecho realidad.
--¿te duchas...?¿o voy yo primero?
--no... no... tú... --balbucea Emilio lleno de deseo y nervios.
Marc sonríe. Se baja el boxer pero solo se le ve el culo. Emilio está palido. Es demasiado para él, cree que se va a desmayar.
--si necesitas algo, pasa ... en confianza...
Marc deja la puerta abierta quiere seducir a Emilio, quiere que él dé el primer paso para que luego no le reclame... Emilio no puede creer que Marc no le ponga impedimentos a verlo desnudo y aunque lo desea no se atreve. No le quiere pasar al respeto. Por un lado a Marc le gusta que Emilio lo respece de ese manera por otro lado quiere llevarlo al límite. Marc sale totalmente desnudo secándose la cabeza. Emilio le mira los genitales, es poesia. Emilio no puede con tanto placer y se desmaya. Marc se sofoca. No puede creer que verlo desnudo le haya impactado tanto a Emilio. Se agacha, lo acaricia, lo mira con ternura y no se puede resistir y lo besa en los labios con mucha dulzura.
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