domingo, 19 de julio de 2020

Capítulo 11


Emilio pasa muy mala noche. Esa mañana tiene que ir a recoger su placa matrimonial con la grabación y los nervios no lo dejan dormir. La idea loca de esa boda solitaria cada vez le parece mejor. Está que se le comen los nervios.
--si me casara de verdad seguro que no estaría tan nervioso --dice a su oso-- Estaría tan ansioso porque llegue la hora como ahora, sólo que estaría más feliz porque él estaría conmigo.
Ya está casi todo preparado.
--será precioso --no hace más que repetir él.
Mientras espera que sea la hora de abrir la tienda, Emilio no hace más que pensar. El primer día que lo vio no prestó mucha atención. Ya llevaban varios días cuando se fijó en él, sólo pensó que era guapo. Luego ya se le fue metiendo dentro. En esos momentos jamás pensó que lo llegara a querer tanto, que haría un matrimonio simbólico pero sin él buscarlo se ha enamorado. Pensa en Marc se hacen las 8. Entonces se ducha, se viste, va a pasear el perro. Luego va a buscar la placa, ha quedado preciosa. Le encanta ver sus nombres con emoción. Ya sólo queda  3 días para el 3 de enero, le encantaría que fuera ya. Siente que está viviendo un momento muy trascendental en su vida.



Esa noche es cambio de año. La madre de Emilio no tiene fiesta. Siempre trabajo. Emilio a veces piensa que su madre lo odia y por eso siempre lo deja solo pero se ha acostumbrado a no preguntar, a no hablar con ella. Marc va de fiesta. Está con Ariadna, con Juan y otros amigos. Juan y Marc se miran de reojo. Se miran con deseo. Siempre que están borrachos les gustaría dejarse llevar, vivir un verdadero momento de pasión. No se atreven a tanto pero sí se encierran en el baño. Es algo que nunca harían con tanta gente de estar sobrios. No se preocupan de los juegos. Se la mama primero uno y luego el otro. Son más cariñosos de lo normal, se sonríen, se tocan las cabezas. Marta estaba en la fiesta, aunque de lejos. Sin que Ariadna se dé cuenta le pone una droga en la bebida. Cuando la joven ya no sabe lo que hace se la tira a dos tipos. Les paga para que se diviertan con ellos. Los chicos se la llevan al lavabo. Justo al lado de dónde Juan y Marc se están diviertan. Esos desconocidos violan a Ariadna aunque está no se resiste porque está drogada y no sabe qué pasa. Mientras se suben los pantalones, Marc y Juan se miran con deseo. Se giran el ojo. Desean tanto olvidarse y besarse pero ninguno de los dos se atreven. Se van bien contentos.
--¿¿dónde están nuestras chicas? --preguntan.
Ve a uno de los amigos.
--¿has visto a mi chica? --pregunta Marc.
Le dicen que la vieron con Marta. Ella se acerca a ella sofocado.
--¡Marc, ya era hora...¡¡ ¡¡no sabía qué hacer¡¡
--¿¿de qué hablas?¿¿qué pasó?
--¡¡la zorra de tu novia... no sabía que era de las que cuando se emborracha se abre de piernas ante todo el mundo...¡
Marc mira a su amante con el rostro desencajado por la rabia:
--¿¿qué dices?
--¡yo la quise retener pero se fue al lavabo con dos tipos...¡
Marc se va corriendo. No puede creer que Ariadna le esté haciendo esto. Juan se va con él preocupado. Siente un cariño especial por él y no quiere que se meta en líos. Marta sonríe:
--una vez... y así será siempre hasta que tú te des cuenta que yo soy la mujer de tu vida --dice la joven para sí con mirada.
Marc y Juan entran en el lavabo. Los dos chicos que se han aprovechado de Ariadna salen del mismo water abrochándose los pantalones. Chocan sus manos satisfechos.
--menudo polvo... la muy puta nos ha dejado secos...
--si, aún queria más... ¡nunca había visto una mujer tan guarra¡
Juan le pone a Marc la mano en los hombros para que se calme. Marc asoma su rostro al wáter. En el piso está Ariadna mediodesnudo y drogada, está como loca. Aunque no se entera de nada parece feliz. Marc la mira con desprecio, se siente muy humillado como macho. Mataría a esos dos que se han acostado con su novia. Los mira con odio. Los chicos se ríen. Uno dice:
--No te pongas así... si quereis aprovecharla vosotros... si no vendrán otros... Esa guarr
a está muy necesitada... seguro que el novio es maricón... necesitaba un buen polvo...
Marc los mataría, ellos se van riendo... Juan lo agarra para retenerlo.
--no hagas ninguna locura... esa zorra no lo merece...
Marc mira a Juan muy herido. Tiene miedo que su amigo sospeche de él. Se va alterado.
--¡¡Marc... Marc...¡
Lo único que en ese momento quiere Marc es desaparecer. Le pone nervioso estar con Juan porque cada vez le cuesta más controlar lo mucho que le gusta. Marta está esperando a Marc para consolarlo.
--ella no te merece... --le dice ella-- aquí estoy yo...
Pero Marc se siente muy humillado. Él que ha luchado por tener fama del más macho ahora se siente un perdedor, un fracasado. Se escapa tanto de Marta como de Juan. Huye entre la gente. Marta ha hecho todo eso para pasar con Marc esa noche y todas pero no quiere que se le escape. Tiene miedo que otra se aproveche de lo que ha hecho ella. Zarandea a Juan:
--¡¡tenemos que buscarlo... está muy mal...¡¡ ¡¡es capaz de cualquier cosa...¡¡
Juan no tenía pensando dejar solo a su amigo. Él está muy preocupado por él pero en serio porque para él Marc es muy importante. No es sólo un juego. Juan empieza a buscar a Marc.
--¡¡cuando lo encuentres me avises para que yo lo consuelo¡ --suplica Marta desesperada.
Juan no dice nada pero ni por asomo se le ocurría hacer eso... Marta busca a Marc pero no hay ni rastro ni de él ni de Juan.
--¡¡maldito seas...¡
Se esconde al ver salir a Ariadna que no se tiende en pie y todos los tipos la magrean como quieren. Un tipo se le lleva y no con buenas intenciones. Marta se ríe victoriosa.
--Marc va a ser mío... Mío...
Los ojos de la joven brillan con odio.


Juan llega a la playa. Está muy angustiado. Le parece ver que alguien se está bañando.
--tiene que ser él...
Se acerca. En la orilla hay ropa. Reconoce la de su amigo. Sonríe excitado. Se da cuenta que no está toda.
--lástima que no esté en pelotas... --piensa.
Se acerca a la orilla.
--¡¡Marc¡
El guapo chico se siente más tranquilo. Sale todo mojado a la luz de la luna. Juan lo ve con deseo. Mojado aún es más atractivo. Desea besarlo, decirle que le gusta. Están tan cerca.
--¿¿cómo estás?? --le pregunta Juan  con mucho cariño.
--como me has encontrado...?
--me acordé que de pequeños siempre veníamos a bañarnos en bolas...
--me gusta venir cuando me siento mal...
Juan mira a su amigo con ternura, también a su paquete con deseo. Le pone la mano en los hombros y los dos vibran.
--Ariadna es una zorra... tú te divertiste con ella... olvidala...
--siento tanta bronca... --Marc dolido.
--encontrarás a quien te merezca...
Los dos se miran con intensidad, Juan lo acaricia. Los dos se estremecen, sienten rico. Se dejan llevar y se besan apasionadamente. Es un beso que a los dos los deja en shock, un beso que los hace arden. Lo deseaban tanto. Se miran por unos segundos. tienen miedo que el otro lo golpee, que lo desprecie pero se vuelven a besar... Se desean tanto... Caen a la arena, se devoran con sus ojos, con sus manos... Los dos deseaban tanto ese momento... Juan le agarra el trasero a Marc... Jadea. Deseaba tanto hacerlo. Los dos se están dejando arrastrar pero justo en el momento que Juan le va a sacar el boxers Marc se aparta... Está sintiendo placer y eso no le gusta. Mira a su amigo enfadado. Juan cree que es por él pero en realidad Marc se enoja con sigo mismo porque no quiere que le gusta acostarse con Juan.
--¿¿¡qué estás haciendo?¿¡¡es que eres maricón¡?
Marc siente miedo de lo que está sintiendo, además perplejo de que Juan sienta como él. Juan mira a Marc asustado:
--No perdona... es que estoy borracho... ¡¡no sé lo que hago...¡¡ ¡¡perdona...¡
Juan se va corriendo muy avergonzado. Marc se viste abatido. Marc no quiere aceptar que quería acostarse con Juan, que lo desea. Además no puede creer que Juan sea gay, piensa que tal vez sí es cierto que está borracho. Entonces Marc siente  que se aprovechó de su amigo borracho. Necesita reafirmar que es macho. Al llegar a su casa, Marta lo estaba esperando. Cuando él va a entrar a su casa, ella le abre la puerta de la casa de ella:
--¿quieres pasar? Estamos solos...
Él entra.
--Marta, yo... --balbucea.
Ella le pone los dedos en los labios. Es muy sensual:
--no digas nada... aquí estoy yo... tu Marta siempre está a tu lado...
El polvo es muy rápido. Marc se siente un fracasado. Se viste rápido:
--lo siento... yo...
Ella le acaricia la espalda:
--ha sido fantástico como siempre...
Marc se va deprisa a medio vestir. Marta en su cama sonríe:
--¡¡Mío... mio¡
Marc en su cama a solas llora pensando en Juan. Nunca se había sentido tan excitado:
--¡¡no soy maricon... no¡
Se da una buena ducha para sacarse el calentón. Se estremece al recordar el placer. La angustia la erección que le viene sólo de pensar en lo que sintió al estar en los brazos de su amigo.  Da golpes con la cabeza en la pared. Por otro lado, en su cuarto Juan tira todo lo que tiene a su alcance:
--¡¡lo he estropeado todo... Nunca podré mirar a la cara a Marc¡¡
Marc sale de la ducha. Se mira al espejo. Sus ojos están enrojecidos.

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