Marc va muy poco a clase, Emilio siempre lo observa siempre de lejos. Emilio se sienta en primera fila. Marc en la última y en la otra punta del aula. Por suerte Emilio siempre lo ve desde su sitio y le atormenta no tenerlo. Le atormenta verlo siempre con otra gente. Entre clase y clase Marc siempre va al lavabo. Emilio piensa que debe tener algún problema urinario. No imagina que lo hace a la espera que Juan lo acompañe para poderla chupar a su amigo. ASí como un juego, como si les molestara. En esta ocasión Marc se la mama a Juan.
--¡¡y te comes toda la leche...¡
Y Juan usa un tono vengativo, como si lo hiciera para molestarlo.
--¡¡así sentirás el asco que sentí yo¡
--¡Eres un asqueroso..¡
Y de rodillas ante esa dura lanza que tanto le gusta, Marc finge asco pero se la traga entera y con apetito. Los dos amigos gozan mucho. Uno chupando y el otro siendo chupado. Ambos reprimen sus sentimientos. Les encantaría explorar al uno el cuerpo del otro pero siente demasiado miedo a que les cuelguen la etiqueta de "maricón". Se desahogan comiendo el uno el arma del otro con mucho placer. Juan nota el placer en la mirada de su amigo. Y es algo que le encantaría. Le gustaría que su amigo tuviera su lado gay para poder gozar sin límites el placer de sus cuerpos. No sabe cómo preguntarle a su amigo si es homosexual o almenos le gustaría acostarse con él. Ambos tienen confianza para contarse todas las juergas con mujeres que se cogen pero el placer que sienten al chuparla el uno la del otro es un tema tabú entre ellos.
--¿¿y esa cara...??¿¿es que te ha gustado?
Por los nervios el tono de Juan es algo brusco y a Marc le asusta. Cree que es un reproche. Se levanta y le da un empujón. Lo estampa contra la pared.
--¿¿¡qué te pasa?¡¿¿¡estás loco?¡¡ ¡¡es un juego... asco me da tragar tu pinga y tragarme tu semen,..¡¡¿¿¿o es que a ti te gusta...??
Marc es muy agresivo. Juan se decepciona. Se da cuenta que su amigo no siente como él y que tendrá que ir con cuidado sino quiere que se le acaben esos juegos que le apasionan. Finge cara de no entender a su amigo:
--¿¿qué pasa? Era broma...
Marc se relaja. Se da cuenta que siendo tan agresivo podria llegar a descubrirse. Sonrie al ver que su amigo no sospecha nada, que ante los ojos de todos podrá seguir siendo el macho, el galán de la clase.
--perdona... es que tu leche me sentó mal... tengo ganas de vomitar...
Los dos ríen. Disfrutan juntos. Marc sonríe a Juan que tiene los pantalones y los boxers hasta las rodillas. Le acaricia la cabeza con un cariño especial, con cariño de hermanos que esconde un deseo que va creciendo aunque oculta.
--venga...tapate eso y vamos a clase que aún llegaremos tarde...
Marc mira con ojos penetrantes a su amigo. Le pone muy cachondo ver como se sube la ropa. Como se tapa esa parte genital que le fascina, que tan bella le parece. Como se sube la cremallera, como se abrocha los pantalones... Van juntos a la clase. A veces se tocan la espalda. Todo el mundo piensa que son muy amigos. Nadie, ni el propio Emilio que se muere de celos, sospecha que hay algo más. Antes de la última clase. Marta, que es la delegada del curso, hace que todos se esperen. Explica que los alumnos harán huelga porque quieren menos horas de clase. Se vota si o no. Todos menos él y otra votan que no. A Emilio lo que le encantaría es que se hicieran más horas y sobretodo, no quiere huelga porque eso implica que no lo verá él. Por mayoría se decide que habrá huelga.
--Yo igualmente vendré --dice Emilio con la esperanza de ver a Marc.
--como quieras pero aunque el profesor tiene la obligación de darte clase, a ti solo no te la dará... --le dice Marta.
Que le den clases o no a Emilio le da igual. Lo que le duele es que no verá a su amado.
En su cuarto, mirando a su oso. Los dos sobre la cama, habla con él:
--Mi Marc es una bellísima persona y me siento muy enamorado de él. Cada día más... Nunca me había enamorado de esa manera...
Imaginando que su oso le reprocha que siempre dice lo mismo, Emilio le responde:
--Pero ahora lo siento mejor, más fuerte. Nunca había conocido a nadie como él, es el mejor. Yo sé que él es mi verdadero amor.
Está solo, se imagina una conversación con su oso en el que el osito le pregunta porque está tan triste si está tan enamorado. Entonces Emilio le responde:
--el problema es que no nos tratamos... Me gustaría tanto poder tenerlo cerca, hablar con él.
Es un amor que le hace daño. A veces piensa que sería mejor que sí dejara el curso:
--entonces no lo vería y lo olvidaría... dejaría de sufrir...
Se tumba abrazado a su oso. Lo acaricia lloroso:
--pero me moriría de la pena sin verlo.
Mirando a su osito dice:
--todo es muy confuso. Lo amo muchísimo y quiero estar con él. Estar no sólo verlo... Aunque siempre me había conformado con ver al chico que me gusta de lejos ahora no... Quiero estar con él, verlo. Tenerlo cerca pero ahora no logro hacer nada con mi vida, sólo pensar que él no está en mi vida...
Muy triste y con amargura, Emilio abraza a su osito. Con lágrimas en los ojos le dice al osito:
--lo amo y me estoy muriendo. Estoy sufriendo como un condenado. Sufre de amor porque mi Marc, ese ser maravilloso, único, mágico no está a mi lado y yo quiero estar con él y que él esté conmigo... Piensa en ese moreno tan guapo. En su cuerpo, en su rostro. En su simpatía:
--yo quiero que sea mío...mío...
Emilio está muy triste. Solo y únicamente tiene la compañía de su osito. No tiene a su lado a su madre que lo apoyo, que lo anime. Que lo acaricie. Emilio está acostumbrado a estar solo. Desde pequeño su madre ha estado trabajando de noche o dormido. Emilio ha visto pasar a sirvientas por su casa que hacían papel de madre por dinero pero nunca se han preocupado de él. De sus necesidades emocionales solo de las física, .
Juan y Marc están muy contentos. Se ven en la tarde. Es como si fuera viernes.
--¿¿qué vas a hacer esta noche? --Juan.
--No sé... a ver si encuentro alguna guarra para tirármela... Sonia tiene examen mañana así que no puedo contar con ella...
--pero hoy no nada abierto...
--Y si nos tiramos a alguna puta...
--No me gusta pagar... no tengo que hacerlo... Además no tengo dinero...
--Yo invito, conozco una bien barata... LLeva toda la vida en esto y ya ha tenido que rebajarse. Además ella me estrenó, la conozco de hace mucho y me hace precio especial... Seguro que logramos un dos por uno... ¿te animas?
Los dos se miran con deseo. En realidad les encantaría fornicar entre ellos pero les apetece compartir una mujer porque es lo más cerca que podrán estar en la cama. Lo han hecho alguna vez y es algo que les encanta porque se hacen a la idea que están juntos. A ambos les encanta ver a su amigo fornicando con una chica.
--bueno...
Marc pone cara de resignado pero está encantado. Le apetece ver a su amigo en acción. Los dos se van juntos excitados.
La chica es una mujer, de treinta años. Es cariñosa, se empeña en hacer gozar a los dos amigos que están más pendientes el uno del otro. A Marc le excita ver como esa mujer le hace sexo oral a Juan y viceversa. La mujer los masturba a los dos a la vez, se mete sus armas en la boca. Los dos amigos están tan juntos, se tocan y es lo que más les excita. Ambos piensan que no se les ha puesto tan gorda que cuando el uno de la mama al otro. Fornican primero uno, luego el otro. Lo observan muy cachondo... Chocan sus manos, se giñan el ojo con cariño. El uno observa a detalle al otro. Ya se conocen el cuerpo de memoria pero les encanta verse desnudo. No ver solo los genitales, ver el pecho del otro, el culo. Están fascinados el uno por el otro. Luego los dos con la mujer en medio... Uno por delante y el otro por detrás... Es lo que más les gusta porque pueden tocarse entre ellos fingiendo que es accidental. En el momento de eyacular el uno moja un poco al otro. Aunque fingen asco los dos están encantados. Les excitan estos "juegos" La mujer se despide sin palabras. Los dos se quedan contentos. Se tumban en la cama, desnudos. Sus cuerpos se tocan lo que les da más placer que el polvo en sí. Se miran contento.
--me dejó seco la muy guarra... --dice Marc.
--si y a mí...
Aunque a Marc le gusta acostarse con mujeres cuando Juan está en medio lo único que desearía es metérsela a él. Es algo que le encantaría pero tiene que frustrar.
--ha estado muy bueno --dice Juan.
Marc hace que sí con la cabeza. Los dos se miran. Ninguno de los dos dice nada pero se observan desnudos. La mujer va hacia su casa. Triste. Se da una buena ducha para sacarse la suciedad. Siente asco de lo que hace pero no le queda más remedio. Sigue trabajando hasta bien el amanecer. Tiene un hijo que mantener. Sale más relajada. Tiene que mostrarse tranquila. Se muestra fría para que su hijo no note lo que se siente. Es una frialdad que Emilio cree que es desamor, falta de interés en él. Emilio sale a saludar a su madre sin imaginarse que es prostituta y se ha acostado con el hombre que le gusta.
--¿qué tal, mama?
Emilio da un beso en la mejilla a su madre necesitado de un poco de cariño maternal pero la mujer agobiado por la vida que llena se aparta de él.
--estoy cansada... buenas noches... Es ya muy tarde... ¿¿qué haces despierto?
Emilio va en pijama:
--fui a beber un poco de agua...
La mujer se encierra en su cuarto. Muchas veces llora hasta que se queda dormida. Triste Emilio vuelve a la cama. LLoroso pensando en su amado Marc.
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