lunes, 20 de julio de 2020

Capítulo 20




Marc desnudo acaricia con sus labios los labios de Emilio. No sabe que es el primer beso de Emilio y éste desmayado no se ha enterado de nada. Marc se ha sorprendido de su reacción pero es que Emilio le despierta mucha ternura, ganas de protegerlo, de besarlo. Le da unos golpecitos en las mejillas:
--Emilio... Emilio...
Agita un poco la cabeza, aún está mojado y le cae algunas gotas en el rostro a Emilio que empieza a recobrar el conocimiento. Está aturdido. Tiene a su amado tan cerca... Lo mira enamorado y susurra:
--he muerto y estoy en el cielo...
Marc le sonríe:
--venga no seas payaso...
Entonces Emilio se da cuenta que es real, tiene miedo que Marc se haya dado cuenta que está fascinado por verlo desnudo. Marc se muestra muy simpático:
--¿tan feo soy? Te desmayaste nada más verme en bolas...
--bueno... yo...
Marc lo ayuda a incorporarse, la visión de los genitales de Marc lo marea. Nunca había tenido a un hombre desnudo tan cerca y menos uno que le guste. Marc se da cuenta que Emilio está pálido. Se cubre con la toalla y muy divertido le dice:
--no sea que te vuelvas a desmayar...
--No fue por eso --dice Emilio tímido.
--era broma --dice Marc con ironía.
Marc lo mira con cariño. Le atrae el chico pero se da cuenta que no puede tener nada con él.
--si por verme las pelotas se desmaya... ¿¿¡qué pasará si lo toco??¡ --piensa.
Con ternura Marc ayuda a Emilio tumbarse en la cama.
--creo que esta noche no deberías salir, mejor que descanses...
Emilio lo mira con timidez:
--¿tú vas a salir?
--si claro... Yo me siento bien...
Marc está tentado de quedarse con Emilio pero aunque le gusta, aunque sus hormonas le piden sexo con Emilio sabe que Emilio se lo tomaría demasiado en serio.
--No me apetece quedarme solo...
--Cierras bien la puerta y no pasa nada... te duermes tranquilo... Yo procuraré no hacer ruido...
--en mi casa siempre estoy solo... ya que he tenido que hacer el sacrificio de estar sin mi perro por unos días no es para estar solo...
Marc se sienta a los pies de la cama de Emilio. Lo mira con compasión:
--tu madre lo cuidará muy bien, seguro.
--No, a mi madre no le gustan los perros... ademas o trabaja o está dormida...
--¿y tú nunca has tenido curiosidad por saber en que trabaja?
--Pues no, a veces quería saberlo porque todos me preguntaban y ella siempre se enojaba y ya me acostumbré a no hablar con ella...
--¿y qué sabes de tu papá?
--Nada... es un tema que tampoco se puede tocar... Se quedó embarazada con 12 años, supongo que me culpa de haber arruinado su vida...
Emilio se pone triste, Marc no se le ocurre otra cosa. Lo abraza. Emilio se sienta tan bien, quisiera que el mundo no se acabara nunca. Le da pena saber que la madre de ese chico que lo mira con ese amor es una prostituta con la que él se acostó. Para cambiar de tema dice:
--¿y dónde dejaste a tu perro?
--Me dio mucha pena pero lo lleve a una residencia de esas de perros... Me dijeron que iba a estar muy bien.. --se justifica para no sentirse culpable--  será menos de una semana y me hacía ilusión este viaje...
Marc le sonríe:
--si pero ¿te apuntaste a última hora no?
Con timidez Emilio le dice:
--como tú...
Marc sonríe seductor. Esta seguro que Emilio cambio sus planes para estar con él, aunque seguro que no pensó que estaría tan cerca.
--ya no pienses en eso... Seguro que le gusta mucho estar con otros perros.
--si claro, busqué la mejor...
--entonces no te preocupes... estará muy bien...
--eso espero...
Emilio no se ha acordado de sacarse el anillo. Tampoco pensó que estaría en la misma habitación con Marc. Marc ve esas iniciales E i M:
--¿y ese anillo?
Emilio se ruboriza:
--no, nada... nada...
Marc le sonríe:
--¿tendrá que ver conmigo?
Recuerda que en su carta le habló de un matrimonio simbólico. Esta en un 99% seguro que esa carta es de Emilio y le da pena saber que ese chico siente tantas cosas por él y que lleva una vida gris pero no sabe como ayudarlo sin correr el riesgo que esa sociedad que tanto presume de tolerante le cuelgue la losa de maricón como desde niño hicieron con Emilio. Los dos chicos se quedan un buen rato hablando de todo y de nada. Emilio vestido, Marc en bolas aunque con una toalla cubre su desnudez.
--que hora debe ser...
Emilio le dice que lleva un reloj en el bolsillo de su bolsa. No cae en que también lleva las llaves (porque a su regreso no habra nadie para recibirlo). Marc no dice nada pero se da cuenta que el llave tiene el nombre de los dos. Sonrie.
--es tarde... ¿quieres que te suba algo de cenar?
--No... ya me encuentro bien... Prefiero bajar...
--¿seguro? No te vayas a volver a desmayar... --Marc muy cariñoso.
--si seguro... ya estoy bien...
Marc le sonríe. Emilio está loco por esa sonrisa.
--bueno por me visto al toque y nos vamos...
Marc le muestra el culo a Emilio y es que no quiere causarle más sofocos a Emilio, éste ya está demasiado excitado y casi agradece que Marc no se le muestre desnudo. Le pone muy cachondo ver como Marc su sube la cremallera de los jeans, como se los abrocha.
--te espero abajo...
Emilio desea que todas las chicas lo vean con él, que sepan que es su compañero. Tiene miedo que alguna se lo quite.
--no, ya bajo...
--¿no te vas a duchar?
--No, luego...
--como quieras...
Marc le pone la mano en los hombros. Lo siente temblar, se sonrien. Por un lado a Marc le da miedo que lo vean con Emilio pegado a su culo pero piensa que no fue elección y que podrá disimular si no le hace mucho caso con la gente delante. No puede decepcionar a Emilio.





 Algunos de los compañeros del viaje se ríen y miran burlón a Emilio. El chico no hace caso porque ya está acostumbrado. A Marc sí le duele porque se da cuenta que algunas de esas risas son para él y no soporta que se rían de él. Se da cuenta que ese sería su futuro al lado de Emilio. Marc se va con el grupo de chicas más lindas callando las bocas de los que se reían de él. Emilio se queda atrás, por un momento pensó que estaría siempre con Marc pero como también alguna de la chica es de la clase pues va con ellos pero nadie le hace caso, lo llevan como una carga y Emilio se siente muy triste y muerto de celos pero le alegra pensar que cuando llegue al hotel Marc será solo para él, piensa en que lo ha visto desnudo, piensa en que tendrá muchas fotos con él. Se acercan al Danubio. El grupo dice:
--¡a hacer fotos¡
Y Emilio está feliz:
--por fin... tendré una foto de él --piensa.
Marc, con una sonrisa encantadora le da su cámara a Emilio:
--¿no te importa, verdad?
Y las demás chicas hacen lo mismo. Emilio fuerza una sonrisa cuando el grupo lo nombra "fotógrafo" oficial y no hay manera de hacer una foto. Marc lo mira con pena, con disimulo se excita viéndole el trasero pero "así es mejor" --piensa Marc que para él es vital no perder su status de macho.


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