--ayer cuando llegué el perro había tirado toda su pienso...
Muy divertido Juan le dice:
--y a mí que me explicas de tus problemas domésticos...
Marc le da una patada en broma. Emilio se siente mal, desearía estar en lugar de Juan. Le gustaría ser amigo de Marc y vivir momentos así con él. Necesita contarle a alguien sus sentimientos, a alguien que no sea su oso. Le escribe una carta la popular presentador Isabel Aladín que presenta un programa de amor. No da sus datos pero si le cuenta sus sentimientos hacia Marc. Envia la carta esa misma noche. El amor que siente hacia Marc lo quema. Necesita gritar al mundo:
--Te amo, Marc...
Escriba una carta de amor a Marc. Sin firma, sin decir que es un chico. Prefiere que piense que es una chica, piensa que a su ego le sentará mejor. No quiere comprometer a Marc pero callar ese amor que cada día es más fuerte lo está quemando y ya no puede más. No sabe en qué piso vive así que esperará a averiguarlo y tiene un plan. La casualidad hace que se entere que en el bloque en el que vive Marc se hacen cursos sobre el misterio del universo. El tema no le interesa pero es la oportunidad de estar en el mismo edificio en el que vive Marc... De poder entregarle esa carta... Las clases son el jueves... La semana se le hará muy larga aunque espera que pase algo lindo con Marc.
El Martes Marc llega a clase, 15 minutos y Emilio que ya había perdido la esperanza de verlo siente que su corazón va a estallar de felicidad. Lo ve tan guapo. Con unos jeans grises, muy viejos... Está muy seductor... A la hora de la salida, Emilio se muere de celos al ver a Marc rodeado de las chicas más coquetas de la clase:
--putas... --dice Emilio para si.
Está tan molesto que se va sin saludar a Marc que está de espalda a él. Aunque está enfadado está arrepentido de no haber saludado a Marc. Sale con Pincho, va a una plaza que hay frente a la casa de Marc. Ve a Marc y Marta pasar muy divertidos. Ellos no lo ven y Emilio siente mucha rabia. Siente rabia de que Marc se haya demorado tanto hablando con las chicas y que encima se vaya con Marta. Siente celos al verlos entrar juntos. Quisiera tanto estar con Marc. En la puerta de su casa, Marta le dice a Marc:
--Pasas?
Ella lo mira coqueta. Él le dice:
--no, estoy cansado. Otro día...
Ella está furiosa pero finge que no pasa nada:
--si claro...
Marc sonríe mucho. Ella lo mira con deseo y con una rabia que trata de contener. Marc entra en la casa porque quiere ser discreto pero no llega a cerrar.
Cuando Marta cierra él sube al piso de arriba con cara de niño malo. No imagina que Marta siempre está pendiente de los movimientos de él:
--¡¡maldita... maldita...¡
La joven se muere de rabia al ver que su amado ya a casa de la vecina. Sale para asegurarse y no tarda en escuchar los jadeos. Marc se divierte y no solo con una. Eso enciende los celos de Marta pero procura calmarse:
---que se divierta... cuando se canse de las mujerzuelas se dará cuenta de que la única mujer de verdad que tiene en su vida soy yo...
Aunque está segura que Marc será para ella no puede evitar el dolor y cuando entra en su casa tira un jarrón al piso. Emilio, por su parte, pasa muy mala tarde. Siente rabia y dolor por no ser amigo de Marc. No sabe muy bien porque pero decide buscar en la guía. Lo hace por el apellido de su madre y encuentra un número que tiene que ser el suyo. Le toma la llamada una mujer....
--¿diga?
Muy nervioso Emilio dice:
--¿está Marc?
--¿de parte?
Emilio se aprovecha que tiene una voz muy femenina y dice:
--La Marta...
Marc no tarda en tomar la llamada extrañado:
--Diga...?
Emilio se estremece. Desea decirle que lo ama pero se le atraganta.
--diga...?
Emilio llora por dentro. Cuelga. Marc se ha quedado con una sensación extraña en su interior. Le ha incomoda la situación pero prefiere no pensar en nada... Emilio está muy nervioso. No logra distraerse con nada. Piensa en la carta de Marc... No puede esperar... No sabe el piso pero el jueves le parece que está demasiado lejos y se siente muy ansioso. Pasadas las once sale a pasear con Pincho. Su intención es pasar la carta por debajo del portal. Espera que alguien la ponga en el buzón pero al llegar al edificio se le ocurre probar. La puerta está abierta.
--almenos algo me sale bien...
Le cuesta encontrar el buzón. Se desespera.
--¡¡no puede ser que esto me salga bien...¡
Cuando ya se va a dar por vencido se da cuenta de una placa casi borrada, muy vieja. Es el nombre de la madre con el de Marc.No se lo piensa. Deja la carta y se va. Emilio está ansioso. No quiere pensar en lo que pueda pasar, supone que nada. Almenos no a él. No cree que Marc sospeche de él.
--sea lo que sea ya no se puede frenar... Lo que tenga que ser será...
Por un lado le da miedo que Marc le reclame y por otro lado le encantaría no tener que callar más, poder gritarle lo mucho que lo ama.
En la mañana junto al desayuno, a Marc le espera una carta. La mira sorprendido. Está escrita a ordenador pero no parece que sea propaganda. Nada más abrir la carta le llama la atención el encabezamiento:
--Mi amado Marc...
La lee con interés, es una carta de amor, escrita desde la amargura. Sorprende al joven pero también le enternece. Algunas frases con impactantes: "...tú me has salvado de mi amargura, sólo tú me das ganas de vivir, te has convertido en lo más bello y alegre de mi existencia, en la razón de mi vida... Nunca había conocido a un chico como tú. Eres tan especia: maravilloso, fantástico, increible, mágico, perfecto, ideal, adorable, dulce, tierno, cariñoso, encantador, genial y millones y millones de sinonimos.. Eres una persona excepcional, única en el mundo... Bello por fuera y por dentro...
Marc está conmocionado. Mientras que Emilio no puede con los nervios mientras se prepara para ir a clase, Marc está orgulloso de haber despertado tantas cosas en una chica:
--aunque debe ser muy fea...
Sonríe excitado. Se siente el más macho. Sigue leyendo, queda muy impactado al conocer en detalle la boda simbólica que realizó la persona anónima:
--es una loca... --dice sorprendido.
Sigue leyendo: "hay un motivo poderoso por el cual no puedo presentarme delante de ti y decirte que te amo, que eres la razón de mi vida, que nada tiene sentido sin ti, que vivo pendiente de verte. Te amo lo suficiente para conformarme con tu amistad pero no la tengo... ¡¡es desesperante¡ Ya tener una foto tuya me haría la persona más dichosa pero sé que eso es imposible...Sólo soy feliz cuando estoy hablando contigo pero me muero de dolor y me destruye verte con gente odiosa como la Marta, Juan... ¡los odio¡¡"
A Marc se le enciende una luz:
--esto no lo puede haber escrito una mujer...
Y sigue leyendo:
"daría mi vida por ti pero tu desamor me está matando. No soporto vivir sin ti, no me importaría morirme hoy mismo porque mi ultimo pensamiento serías tú... Espero que mi carta no te moleste, puedo vivir sin tu amistad pero si tu me odiaras preferiría matarme".
Marc no puede creer lo que está leyendo. No puede creer que alguien esté sintiendo algo así por él. No sabe si sentirse alagado o sentir compasión. La carta de Emilio está finalizada por unos versos que el poeta Josep Carner le dedicó a un amigo: oh amigo mío sin tu dulce compaña no quiero la inmortalidad...
Marc rompe la carta:
--¡Emilio... tiene que ser él...¡
Piensa en Juan:
--qué pensaría él de saber de esta carta? ¿y ahora qué hago con Emilio?
Siente pena de él:
--está mal de la cabeza... además yo nunca le podría corresponder... Yo no soy gay...
Se estremece al recordar el placer que sintió al ser tocado por Juan:
--eso no tiene nada que ver... una cosa es esas cosas... No tiene nada que ver con los sentimientos...
Marc no quiere aceptar que nunca ha sentido amor por nadie, confía en que sí se enamora sea de una mujer. Piensa en Emilio, rechaza ser gay porque no le gustaría ser como Emilio. Tiene miedo al rechazo.
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